Hay sesiones que se convierten en algo más que trabajo. Y la comunión de Adrián es, sin duda, una de ellas. Su familia es parte de la historia de nuestro estudio: hace años tuvimos la suerte de fotografiar a su hermana mayor en su primera comunión, también a su primo, y con su papá, Susi, le une una amistad de toda la vida con Raúl.

Elegimos Hervás como escenario para su reportaje de comunión. Un entorno lleno de encanto que encajaba perfectamente con el estilo que queríamos para las fotos de Adrián. Y como veréis a continuación las imágenes reflejan a un Adrian alegre, relajado y guapísimo, disfrutando cada momento rodeado de su familia.

Uno de los instantes más especiales fue cuando vinieron al estudio a recoger su álbum de comunión con caja personalizada. Aunque ya sabían qué fotos habían elegido, la reacción de su padre fue inolvidable. Al abrir la caja, emocionado, reconocía que ver las imágenes impresas era una experiencia completamente distinta: más intensa, más real... más mágica.

También nos alegró mucho saber cuánto valoraron las fotos familiares. A veces no se les da la importancia que merecen en el momento de la sesión, pero cuando las ven en papel, suelen ser de las favoritas.

Este tipo de reportajes nos recuerdan por qué hacemos lo que hacemos: capturar momentos únicos, cuidar cada detalle del proceso y entregar recuerdos que emocionan de verdad.

👉 Si estás buscando una sesión de comunión en la que cada imagen tenga valor y emoción, no dudes en escribirnos. Estaremos encantados de ayudarte a crear recuerdos que duren para siempre.